jueves, 11 de octubre de 2012

La Tarucha de Rio





Para los viejos pescadores bonaerenses la tararira, es sinónimo de “lagunas”. Lamentablemente estos ecosistemas que otrora nos divirtieran tanto, han sido muy deteriorados sobretodo por la contaminación que producen los agroquímicos industriales que se usa para cultivar soja. Este mata muchísima vegetación, transformando lo que fueran charcos llenos de vida en desiertos acuáticos. Otro factor que contribuye muchísimo es la canalización de ríos y arroyos de la pampa bonaerense sin haber tenido en cuenta los daños ecológicos que pudieran ocasionar.



Por suerte, a los que amamos las tarariras, nos queda un lindo yeite que es, buscarlas en el río. En esta ocasión tratare de describir, un poco como es la pesca en la zona de las islas lechiguanas, del sur de la provincia de Entre Ríos.



Las tarariras en el río, tiene algunos comportamientos muy distintos a sus pares de lagunas y otros muy similares. Para entenderlas tenemos que fijar primero, la principal diferencia, en la laguna la tararira es dueña y señora, es el depredador tope de los peces, en cambio en el río eso no sucede, son blanco de los dorados y de las palometas. Esto hace que los lugares del río donde se ubican no solo estén regidos por la temperatura del agua o el mejor lugar de caza como en una laguna, sino que también buscan refugiarse.


La regla básica es que la tarucha de río, va a estar siempre en el lugar mas bajo posible al que tenga acceso, es su método de defensa principal. Esta regla condiciona la pesca de manera sustancial, ya que la altura del río nos va a marcar donde van a estar ubicados los peces. Para encontrarlas hay que buscar zanjones y desbordes conectados al río principal. Estos lugares en muchos casos tienen vegetación, que también les oficia de protección. Cuando el río esta en un nivel normal, las zanjas son los lugares en los que seguramente las encontraremos. Cuando el río esta en clara bajante, el lugar para encontrarlas es en la boca misma de la zanja esperando para poder volver a entrar, al primer repunte del río. Y con el río alto y desbordado, directamente se mandan al campo inundado. Esta última situación es la más desfavorable para la pesca, porque se hacen muy difíciles de localizar. En las otras dos situaciones, es donde se obtienen los mejores resultados, justamente porque es más fácil encontrarlas.
Una vez resuelto el problema de la localización, llega el momento de pescarlas, y aquí si se producen alguna similitudes con las “laguneras”, hay primero que activarlas, con señuelos mas bien irritantes, se logra un pico de locura, que luego empieza a decaer, momento en los que hay que buscar señuelos mas suaves para estirar el pique, y ya cuando se corta definitivamente, hay que dejar descansar y cambiar de lugar.  Estos lugares también suelen estar poblados de vegetación, que le sirven de refugio, en ellos los señuelos antienganches se llevan las palmas


La temporada en el río de pesca, es bastante larga, la temperatura del agua no desciende tanto, haciendo que solo no tengamos buenos niveles de actividad durante las grandes heladas.
En resumen paso uno localizarlas, paso dos encontrar el señuelo adecuado para que piquen, siempre guiarnos por la altura del río, y buscar los lugares mas bajos que le sirvan de refugio.
Como conclusión final quería dejar una reflexión, los lugares donde se encuentra la tararira en el río, son fácilmente depredables, los pescadores comerciales hacen verdaderos desastres ecológicos, pero no son los únicos, a caña eh visto “vaciar” muchos de estos pesqueros, seamos respetuosos de la naturaleza, no solo por nuestros hijos, sino por nosotros mismos, que nos gusta seguir pescando.
Guillermo Ivan Spajic (Ivan Ramone)
www.señueleros.com.ar
gispajic@yahoo.com.ar

Publicado Originalmente en www.pescandolaargentina.com.ar
http://www.pescandolaargentina.com.ar/?p=386

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