martes, 20 de marzo de 2012

PATOlandia (Taruchas en gualeguay)

Hace unas semanas, suena el teléfono, el teléfono rojo…..Vengan vengan si quieren otro “Día Perfecto” vengan VENGAN!! Fueron las palabras que se escucharon en el celular de mi amigo Koyote….tarariras, tarariras muchas tarariras… y estas llamadas de Jorge Cot no hay que ignorarlas.
Luego de las comunicaciones de rigor, la fecha estaba concretada, 16 de marzo, el team, Diego Koyote, Facu (milanga) P y quien les escribe, la salida Gualeguay a buscar nuestras amadas taruchas.


En los días previos, Jorge nos llama y nos comenta que le surgió un compromiso ineludible, si nos molestaría salir con Pato, fue la pregunta, obvio que no contestamos, así que sería Gualeguay con el Pato por sus taruchas.
Este es un detalle que quería resaltar, muchos otros guías ante un problema similar, no te avisan y cuando llegas te encontras con la “sorpresita”, en este caso a Pato lo conocemos, no hubiera habido problema de ninguna manera, pero punto para Jorge en el cuidado de sus clientes por el aviso previo.


Sinfonia de Destruccion (en los malecones de berisso)

Algunos que me conocen saben y los que no lo sabrán, que tengo dos grandes pasiones, la pesca y el rock. De alguna manera siempre van de la mano, se alimentan una de la otra. Canciones que me transportan a momentos de pesca, y días de pesca que son coloreados por canciones. Este fue uno de esos momentos donde mis dos pasiones se hicieron una, tal vez como nunca, pesca y música fueron de la mano y conjugaron un día inolvidable.



Cocodrilos de San Pedro

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“COCODRILOS” DE SAN PEDRO


San Pedro, ha sido a lo largo de los años sinónimo de tarariras, la gran creciente del 2010 llenó de dorados la zona, pero hoy, con el río bajo y turbio, las taruchas vuelven a convertirse en las reinas de la zona.


POR GUILLERMO IVÁN SPAJIC
Hace unos días, bastó un llamado de Esteban en el que dijo “tenemos un arroyo con muy buenas tarariras”!, para que rápidamente preparáramos los equipos y rumbeáramos para la San Pedro.
Llegados y tras una hora de navegación, y unos minutos de caminata, llegamos a un paraíso taruchero, un arroyo perteneciente a una estancia, al que sólo acceden Esteban y Ruly.